Hoy, Gus y yo, fuimos a Los Almendros a comer asado con unos amigos. Resultó que mientras estábamos esperando a que el asador dijera "asado listo!!!" se largó una lluvia tremenda! hasta con truenos y todo! Parece que se caia el cielo. Igual esperamos a que esté lista la comida. Comimos mientras seguíamos mojándonos, es evidente que estaba muy bueno el almuerzo. Después nos fuimos corriendo dentro de los autos. Y siguío lloviendo mientras nos alejábamos. Le hacía falta el agua a la zona.
Entre los comensales estaba Tomás... creo que nunca en su vida había comido tanto. Ahora duerme una siesta... obvio.
16/11/08
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