Anoche, mientras cenaba, chateaba con un amigo. Le contaba lo mismo que escribí, que no quería volver a esa vida pasada. Entonces él me sugirió descartar esa frase y reemplazarla por las cosas que sí deseo. Tiene toda la razón del mundo, ya que concuerda con mi teoría de que los pensamientos atraen cosas. Si el pensamiento tiene vetas negativas, atraerá cosas negativas. Por ejemplo, si pienso en la vida que no quiero, la terminaré atrayendo. La idea es pensar en lo que sí quiero que pase para atraerlo. Además la energía es distinta. Hagan la prueba con cualquier cosa, hasta con una comida: si pensamos en la comida que no queremos o no tenemos ganas de comer, hasta la cara se arruga! En cambio, si pensamos en lo que tenemos ganas de comer, se dibuja una sonrisa. La energía es diferente, ¿lo sintieron?
Gracias, amigo!
16/6/10
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